Fue precedida por las alquimistas anteriores al siglo XVII, entre ellas Marie le Jars de Gournay (1565-1645) y Marie Meurdrac (1610-1680). Por la inglesa Katherine Boyle Lady Ranelagh (1615-1691), la química escocesa Elizabeth Fulhame autora del libro Ensayo sobre la combustión (1794), la física italiana Laura Bassi (1711-1778) y la física Émilie du Châtelet (1706-1745). En esa misma época, la química Marie Anne Paulze (1758-1836), conocida como Mme. Lavoisier fue su contemporánea en Francia. Además, en Italia, la matemática Gaetana Agnesi (1718-1799) trabajó en el cálculo diferencial en Milán. En Nápoles, se dedicó al estudio de la física y las matemáticas en su salón científico Maria Angela Ardinghelli (1728-1825). Y en Suiza, la entomóloga Marie Aimée Lullin (1751-1831).
Las contemporáneas de Jane Marcet (1769-1858) fueron la química Julia Lermontova (1847-1919), pionera de la tabla periódica. Otras importantes científicas contemporáneas son la matemática y científica Mary Fairfax Somerville (1780-1872), mentora de Ada Byron-Lovelace (1815-1852) o la astrónoma Caroline Herschel (1750-1848) entre otras. Entre sus contemporáneas se encuentran también las escritoras Mary Wollstonecraft (1759-1797) autora del libro fundacional del feminismo La Vindicación de los Derechos de la Mujer y madre de la también escritora Mary Shelley (1797-1851), creadora de Frankenstein, Fanny Burney (1752-1840) y Hannah More (1745-1833), que trabajaron para mejorar la educación y la participación de las mujeres en la sociedad.
Algunas herederas de esta época son las pioneras inglesas en la química Ida Freund (1863-1914), Rose Stern (1869-1953), Kathleen Culhane Lathbury (1900-1993) y Frances Buss (1827-1894).