Obra

De pari aut impari Evae atque Adae peccato

Personatges:

Data de producció: 1451

Tipus d'obres

Text

Gèneres

Literatura > Literatura didàctica o de divulgació > Diàleg

Literatura > * Literatura religiosa i espiritual

Moviments socio-culturals

Edat Moderna > Humanisme

Edat Moderna > Renaixement

Edat Moderna > La querella de les dones

Obres

TEXTO LATINO:

De pari aut impari Evae atque Adae peccato: praeclara inter clarissimum D. D. Lodovicum Foscarenum venetum artium et utriusque iuris doctorem et generosam ac doctissimam divinamque dominam Isotam Nogarolam veronensem contentio super Aureli Augustini sententiam videlicet: peccaverunt impari sexu sed pari fastu.

Ludovicus incipit.

Si qua nostri peccati gravitas maior esse potest, Eva damnabilior fuit, quia a iusto iudice duriori poena damnata, quia dei se similem fieri magis credidit, quod ad species irremissibilium peccatorum in spiritum sanctum accedit, quia suggesit et fuit causa peccati Adae, non e contra, item quia, licet turpis sit excusatio amici causa peccare, nulla tamen tolerabilior, qua ductus est Adam.

Isota.

Mihi autem, postquam me provocas, longe aliter contraque videtur; nam ubi minor sensus minorque constantia, ibi minus peccatum; et hoc in Eva, ergo minus peccavit. Unde hoc cognoscens serpens ille callidus initium tentationis sumpsit a femina, dubitans quidem hominem propter constantiam non posse superari. Sententiarum II.º: Stans coram femina hostis antiquus non est ausus in verba persuasionis prorumpere, sed sub interrogatione eam alloquitur: Cur praecepit vobis deus, ne comederetis de ligno paradisi? At illa: Ne forte moriamur. Videns autem diabolus eam de verbis domini dubitare, inquit: Nequaquam moriemini, sed eritis sicut dii, scientes bonum et malum. Vel etiam propter maiorem praecepti contemptum, nam Genes. II.º videtur dominus Adae non Evae praecepisse, cum dicit: Tulit ergo dominus deus hominem et posuit eum in paradiso voluptatis, ut operaretur et custodiret illum, et non dixit: ut operarentur et custodirent illum, –et praecepit ei, non eis: ex omni ligno comede, et non comedite, –in quocunque enim die comederis, morte morieris, et non moriemini. Et hoc quia magis aestimabat hominem quam mulierem. Nec videtur id fecisse mulierem, quia dei similem se fieri magis crediderit, sed propter fragilitatem potius et voluptatem; unde: Vidit mulier, quod bonum esset lignum ad vescendum et pulchrum oculis aspectuque delectabile, et tulit de fructu illius et comedit deditque viro suo, et non dixit, ut esset similis deo. Et nisi Adam comedisset, peccatum ultra progressum non fuisset. 

Se trata de una revisión propia del texto de Eugenius Abel: aquellas palabras que en un principio más se alejaban del latín propiamente clásico, han sido adaptadas a su forma clásica. Opera quae supersunt omnia; accedunt Angelæ et Zeneveræ Nogorolæ epistolæ et carmina; : Nogarola, Isotta, 1418-1466 : Free Download, Borrow, and Streaming : Internet Archive, (08-06-2025)

TRADUCCIÓN:

Sobre el pecado igual o desigual de Adán y Eva: brillante discusión entre el ilustrísimo señor veneciano Ludovico Foscarini, doctor en Artes y en ambos Derechos y la noble y doctísima y divina señora veronesa Isotta Nogarola sobre la sentencia de Aurelio Agustín, esto es: “pecaron con sexo distinto pero con igual orgullo”.

Ludovico empieza: 

Si en algún modo puede ser mayor la gravedad de nuestro pecado, Eva fue más condenable, porque fue condenada por un justo juez a un castigo más duro, porque creyó que había sido creada más parecida a Dios, lo que se suma a la categoría de pecados imperdonables hacia el espíritu santo, porque ella lo sugirió y fue la causa del pecado de Adán, no al contrario, y asimismo, aunque sea una excusa torpe pecar a causa de un amigo, porque, con todo, ninguna fue más tolerable que con la que fue seducido Adán. 

Isotta: 

Yo en cambio, ya que me desafías, lo veo de forma completamente distinta; pues, allí donde hay menor inteligencia y menor firmeza, hay menos pecado; y de acuerdo con esto, por consiguiente, Eva pecó menos. Por lo tanto, aquella astuta serpiente, sabiendo esto, al comienzo de la tentación eligió a la mujer, dudando de que el hombre no pudiera ser vencido por su firmeza. De las Sentencias II: “Permaneciendo en presencia de una mujer, el antiguo enemigo no se atrevió a prorrumpir en palabras de persuasión, sino que se dirigió a ella con una pregunta: ¿Por qué os ordenó Dios que no comierais del árbol del paraíso? A lo que ella contestó: Para que no muramos por casualidad. Viendo que ella dudaba de las palabras del señor, el diablo dijo: No vais a morir, sino que seréis como Dios, conocedores del bien y del mal”. Además, por causa de un mayor desprecio de la orden, pues el Génesis II muestra que el señor previene a Adán, no a Eva, cuando dice: “Así pues, el soberano Dios llevó al hombre y lo puso en el paraíso de los placeres, para que trabajara en él y lo custodiara, y no dijo: para que trabajaran y lo custodiaran, – y advirtió a este y no a estos: come de toda clase de árbol y no comed, – pero cualquier día que comas (del árbol prohibido), morirás” y no moriréis. Y (dijo) esto porque apreciaba más al hombre que a la mujer. Y no se considera que la mujer hizo esto porque creyera que fue creada más similar a Dios, sino por una mayor fragilidad y predisposición al placer; Por lo que: “la mujer vio que el árbol era bueno para alimentarse y hermoso para los ojos y deleitable en aspecto, y tomó del fruto de aquel y comió y se lo dio a su marido” y no dijo que fuera para ser parecida a Dios. Y si Adán no hubiera comido, el pecado no hubiera ido más allá. 

Alaitz Loiarte Otxandorena, autora también de esta ficha, traduce el texto latino por primera vez al castellano.

Informació de l'obra i context de creació

Isotta Nogarola compuso el diálogo De pari aut impari Evae atque Adae peccato en 1451 en Verona a raíz de un intercambio epistolar con Ludovico Foscarini. En esta interacción con el veneciano surgió un debate alrededor de una de las sentencias de Agustín en su comentario del Génesis: el autor señala que, si bien es cierto que Adán y Eva pecaron igual en lo que hace al orgullo, no lo hicieron igual en lo que tiene que ver con su sexo, pues Adán pecó como varón, un varón creado por Dios a su imagen y semejanza, con capacidad de conocimiento y raciocinio, y Eva lo hizo como mujer, creada con una capacidad intelectual más limitada y con mayor tendencia a responder a los impulsos de la carne. A raíz de esta sentencia del filósofo y teólogo, surgieron preguntas tales como: ¿Debieron haber padecido los dos el mismo castigo por el pecado cometido o, al no poseer el mismo grado de conocimiento, debió haber sido el castigo más grave para el hombre y no tanto para la mujer? Estas cuestiones son la base del intercambio epistolar que la autora recogería y editaría posteriormente para dar forma a este diálogo.

La autora del diálogo no desempeña un papel fácil en él, pues mientras que Ludovico se encarga de la defensa de Adán y, con esta, de la del sexo masculino, Isotta defiende a Eva y se convierte así en la portavoz del sexo femenino. No es esta una tarea sencilla para Isotta, pues no solo debe responder a los argumentos de su interlocutor, sino que, al mismo tiempo, debe hacer frente a toda una tradición literaria y teológica que ha culpabilizado a Eva y con ella al sexo femenino de haber sido la responsable de cometer el pecado original y haber arrastrado con ella a Adán y a todo el género humano. El diálogo se encuentra divido en cinco intervenciones, dos por parte de Isotta y tres por parte de Ludovico, el encargado de iniciar y finalizar la obra. A lo largo del debate surgen temas como la causa, la seducción, la amistad, la condena, la inteligencia, la ignorancia, el libre albedrío… Y si bien es cierto que es Ludovico quien da fin al debate, no existe ningún acuerdo entre los interlocutores; el debate podría haber continuado sin tener la necesidad de proclamar un claro vencedor.

En los años en los que compuso el diálogo, la autora se encontraba alejada de la vida pública, por lo que su interacción con la sociedad se limitaba a la correspondencia escrita, junto a alguna breve visita esporádica. Es así como surge esta obra que va más allá de un simple debate teológico, pues cada uno de los interlocutores se convierte en el defensor y portavoz de su sexo. 

Para su defensa de Eva, Isotta se sirve de la argumentación llamada a fortiori, es decir, utiliza las mismas armas intelectuales de la misoginia contra la misoginia misma y de ese modo libra a Eva de la responsabilidad del pecado. Por eso, la presenta como la parte más débil, ignorante y menos dotada por Dios, lo que la hace menos responsable. 

Durante el Quattrocento, el humanismo italiano propició que algunas mujeres participaran de la vida pública e intelectual de sus ciudades en modos que excedían lo acostumbrado, que se pudieran formar, escribir obras con intenciones literarias e incluso dar a conocer esas obras.  

Entre ellas destacamos a Angela Nogarola (1380-1436), una escritora veronesa que sobresalió por algunos de sus poemas, a sus sobrinas Ginevra Nogarola (1417-1468) y la propia Isotta (1418-1466), que escribieron poesía -la primera- y obras de varios géneros: tratados, discursos, cartas -la segunda-; a Cassandra Fedele (1465-1558), autora de varios discursos y de cartas enviadas a relevantes hombres humanistas, y a Laura Cereta (1469-1499), una valiente mujer que por medio de cartas públicas se pronunció respecto a las desventajas que las mujeres enfrentaban en el mundo académico, tradicionalmente reservado a los hombres. 

Isotta es una de las primeras representantes de la Querella de las mujeres en Italia, junto con su contemporánea Teresa de Cartagena, y, más adelante, Isabel de Villena, ambas en España. Existe toda una tradición anterior, desde Hildegarda de Bingen o Herrada de Landsberg hasta Marguerite Porrette y Christine de Pisan (con cuyo libro, La ciudad de las damas, se origina la Querella y que es el antecedente más claro). Forman también parte del contexto de Isotta Lucrezia Marinella y Moderata Fonte, muy beligerantes con el derecho de las mujeres a la dignificación y a la cultura. 

Posteriores a estas, entre las mujeres intelectuales que ya vivieron su vida adulta entrado el siglo XVI, cabe destacar a Veronica Cambara (1485-1550), Vittoria Colonna (1492-1547), Gaspara Stampa (1523-1554) y Veronica Franco (1546-1591).

Indicacions

Cultura Clásica: Bloque Raíces clásicas del mundo actual. Vida cotidiana; Bloque Pervivencia de las lenguas clásicas. Lengua y léxico; Bloque Continuidad del patrimonio cultural. Literatura, arte y ciencia.

Latín 4º ESO: Bloque El presente de la civilización latina. Roma: historia, cultura y civilización; Bloque El texto latino y la traducción. Morfología, sintaxis, textos; Bloque Legado y patrimonio.

Latín 1º de Bachillerato: Bloque El texto: Comprensión y traducción; Bloque Plurilingüismo; Bloque Educación literaria; Bloque Legado y patrimonio.

Latín 2º de Bachillerato: Bloque Educación literaria; Bloque Legado y patrimonio.

Literatura Universal 1º de Bachillerato: Bloque Construcción guiada y compartida de la interpretación de algunos clásicos de la literatura universal inscritos en itinerarios temáticos, que establezcan relaciones intertextuales entre obras y fragmentos de diferentes géneros, épocas, contextos culturales y códigos artísticos, así como sus respectivos contextos de producción. 

Lengua castellana y literatura ESO: Bloque Educación literaria.

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