Fue una de las figuras más relevantes de la Modernidad y de la historia del Feminismo. Recoge -situándose frente a Rousseau- la reivindicación del derecho de las mujeres a la educación, la herencia de tres siglos de querella de las mujeres y es una de las primeras pensadoras de la filosofía feminista, aunque parte de sus enunciados más conocidos pertenecen a una larga tradición de pensamiento femenino anterior. En el siglo XV, Christine de pIsan, figura principal de la querella de las mujeres ya rechaza la inferioridad biológica de las mujeres y afirma que si mujeres y hombres recibieran la misma educación, unos y otras podrían desempeñar similares tareas, así enunciaba que la diferencia de género es algo cultural y no natural. Predecesoras de Mary en la querella de las mujeres, como las francesas Marie de Gourney o Gabrielle Suchon, las hispánicas sor Isabel de Villena, María de Zayas o sor Juana Inés de la Cruz, que ya declara -como otras religiosas antes -y la propia Mary después, que mujeres y hombres son iguales a los ojos de Dios y están sujetos a las mismas reglas morales, las italianas Laura Cereta, Lucrezia Marinella o Moderata Fonte o inglesas como Mary Astell entre otras muchas, fueron asentando la tradición de pensamiento de donde bebe Mary Wollstonecraft y que todavía podemos rastrear en tiempos anteriores, sobre todo entre las pensadoras medievales del siglo XII donde destaca Eloísa del Paracleto. La enunciación del matrimonio como un tipo de prostitución se remonta a Eloísa del Parácleto y esta pensadora se refiere a Aspasia de Mileto, la gran maestra de oratoria griega.
Vivió durante la revolución francesa y fueron contemporáneas suyas pensadoras, escritoras y activistas que participaron plenamente de este tiempo como Olimpe de Gouges, Théroigne de Mericourt, Madame Roland o Sophie de Condorcet, importantes salonnières y escritoras como Françoise de Graffiny o Madame de Stael, o científicas como Madame de Chatêtel o Madame de Lavoisier, a su vez herederas de salonnières como Madame de Sevigné, madame de Lafayette o Lady Mary Montagut. Salones donde se forjó el pensamiento ilustrado.
La filosofía feminista que con ella se inicia alimentada por el pensamiento de las mujeres anteriores, tiene herederas importantes tanto dentro del sufragismo y posterior feminismo como Lucretia Mott, Cady Stanton, como entre las mujeres negras como Sojourner Truth o Harriet Tubmany o entre las introductoras del feminismo en España como Concepción Arenal o Patrocinio de Biedma y en Cataluña como Josepa Massanes o Carmen Karr. También dejó huella en la larga batalla de la educación para las mujeres en figuras como Rosa Sensat, María de Maeztu, María Montessori, Marina Subirats, Amparo Tomé... así como toda la coeducación actual. Su figura fue recuperada por feministas como Virginia Woolf o Emma Goldman.
El mejor retrato de Mary Wollstonecraft vino de la mano de su hija Mary (posteriormente conocida como Mary Shelley, autora de Frankenstein) “Mary Wollstonecraft era uno de esos seres que aparecen quizá solo una vez en cada generación y que ofrecen a la humanidad un resplandor al que no puede sustraerse ninguna divergencia de opinión (…)”